Problemas de presbicia
Existen lentes intraoculares para corregir defectos refractivos, de miopía, astigmatismo y catarata.
Cada vez el desarrollo tecnológico avanza para ayudar a las personas que padecen problemas visuales. Desde hace muy poco tiempo ingresaron al mercado mundial, lentes de alta tecnología para corregir defectos refractivos. Son las llamadas lentes intraoculares implantadas quirúrgicamente dentro del ojo en lugar del cristalino natural. Las mismas permiten con un sólo procedimiento rápido y de gran efectividad, corregir todos los defectos que pueda tener el ojo, como la presbicia, la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la catarata, dice el oftalmólogo sanjuanino Reinaldo Germán Echavarría (MN: 105827 MP: 3868), especialista en implantes de lentes intraoculares de alta gama.
El profesional explica que gran parte de los esfuerzos tecnológicos en oftalmología se orientan hacia la evolución de lentes intraoculares. Como antecedente, el primer intento de implantarlas dentro del ojo fue en 1949 y en la actualidad éstas no sólo cambiaron en su diseño (cada vez entran al ojo por incisiones más pequeñas, inclusive sin ser necesario el uso de suturas), sino también en las cualidades que brindan, como la facultad de corregir la presbicia.
Para conocer sobre lentes intraoculares es importante conocer el funcionamiento del ojo. A través del cristalino pasa la luz que cae en la retina y de aquí es transportada al cerebro, donde se procesa la información.
En el momento del nacimiento el cristalino humano es totalmente transparente y móvil. Cumple 3 funciones fundamentales, con el paso del tiempo o por distintos motivos estas funciones suelen alterarse. De esta forma producen estados en el que el paciente pierde nitidez en su visión.
Acomodar o enfocar las imágenes en la retina (efecto zoom) ya sea que estén lejos o cerca. La alteración de esta importante función es llamada presbicia. Es una graduación complementaria al ojo y permite que los rayos converjan en un punto, cuando esto no se logra porque el ojo es muy grande o muy chico se denomina miopía o hipermetropía.
El especialista explica que la hipermetropía ocurre cuando la córnea es demasiada plana con relación a la longitud del ojo, o el ojo es muy pequeño. Esto causa que la luz se enfoque en un punto más allá de la retina originando una mala visión, tanto de lejos como de cerca, siendo peor esta última.
Al llegar a los 40 años de edad esta lente se torna cada vez más rígida, proceso que se detiene entre los 55 y 60 años. Al ser más rígida pierde la función de +acomodar+ las imágenes en la retina. De esta forma el paciente se siente incómodo al no ver a distancias cercanas intermedias o lejanas.
* Hipermetropía y/o presbicia: la imagen cae más allá de la retina.
Tratamiento: lentes intraoculares multifocales y acomodativos. Son distintos a lentes convencionales monofocales. Tienen la cualidad de tener muchos focos. Esto permite ver tanto de lejos como de cerca mediante un sistema de halos de extremada sofisticación.
* Miopía: visión borrosa de lejos
La miopía ocurre cuando la córnea es demasiado curva o el ojo es demasiado largo. Esto hace que la luz de enfoque sea por delante de la retina dando como resultado visión borrosa de lejos. Los pacientes que padecen miopía no consiguen enfocar los objetos distantes.
Tratamiento: ICL O ICL Tórico (según el paciente padezca miopía o miopía y astigmatismo) se utilizan lentes de contacto intraoculares fáquicos (no se extrae el cristalino porque este es transparente), son introducidos en el ojo por una pequeña incisión. Estos se posicionan entre el cristalino o lente y el iris. De esta forma se logra llevar las imágenes a la retina y el paciente puede obtener una imagen nítida después del procedimiento. En aquellos casos que el cristalino estuviese opaco puede ser reemplazado implantando una lente transparente en su lugar
* Astigmatismo: visión borrosa, distorsionada.
Se produce cuando la córnea se asimila a una pelota de rugby, o sea, se encuentra agrandado en un sólo eje. Esto hace que la luz se enfoque en más de un punto en la retina, lo que provoca una visión borrosa y distorsionada. La calidad de visión en estos pacientes es mala.
Tratamiento: lentes intraoculares tóricos. Se toman las medidas del ojo del paciente y éstos datos son ingresados en un software que arroja que lente es apropiado y en qué posición exacta debe ir dentro del ojo para cada paciente en particular. De esta forma se puede personalizar al máximo el procedimiento.
Los resultados son óptimos. Presentan muy pocos riesgos y mínimos períodos de convalecencia. La mejoría visual resulta notable al menos en el 95 por ciento de los casos.
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