14/4/17

La contaminación y el abuso de las pantallas favorecen el "ojo seco" [14-4-17]


La contaminación y el abuso de las pantallas favorecen el "ojo seco"

Aunque suele aparecer después de los 40 años, hoy se observan casos a edades más tempranas. Este síndrome irrita la superficie ocular y puede llegar a dañar la córnea.


Un cuarto de las consultas oftalmológicas en EE.UU., Europa y Japón son a causa del síndrome de "ojo seco". Y Chile no es la excepción: la contaminación ambiental y el excesivo uso de pantallas (de computador, TV o celulares) son algunos de los factores de riesgo asociados a este problema, que se caracteriza por una escasez o mala calidad de las lágrimas.

Lo que preocupa es que este trastorno, que irrita la superficie ocular y puede llegar a dañar la córnea y la conjuntiva, va en alza, como advierten especialistas que participan de las XXIII Jornadas Franco-Chilenas de Oftalmología, que comienzan hoy en Santiago.

"El ojo seco relacionado con la edad es una entidad crónica que debe ser tratado de por vida con lágrimas artificiales u otras medidas en casos más severos y evitando los factores de riesgo, entre otros", explica el doctor Michel Mehech, presidente de la Sociedad Chilena de Retina y uno de los directores ejecutivos de las jornadas, junto al médico francés Jean-Claude Thenot.

Factores de riesgo


Aunque lo habitual es que aparezca pasados los 40 años, hoy se observan casos en personas más jóvenes.

Eso sí, "la edad es un factor importante en este síndrome; es por esta razón que es menos frecuente en niños", dice Mehech.

"Entre los factores de riesgo tenemos causas endógenas (edad, enfermedades autoinmunes) y exógenas -medio ambiente, excesivo uso de pantallas, carencia alimenticia, como la falta de ácidos grasos no saturados como los omega 3), uso de algunos medicamentos que generan sequedad ocular. En Chile, la contaminación ambiental es un factor de riesgo mayor", agrega el especialista.

Asimismo, el uso de lentes de contacto también contribuye, así como alguna cirugía refractiva previa (para corregir la miopía, por ejemplo).

Entre otras causas, destacan "algunas enfermedades o condiciones hormonales (menopausia en la mujer), enfermedades autoinmunes (síndrome de Sjoegren), alteraciones de la córnea (enfermedades infecciosas; cirugía refractiva previa), uso de algunos medicamentos como calmantes o ansiolíticos y también el uso de betabloqueadores".

Lo habitual es que la persona sienta sensación de cuerpo extraño o arenilla, irritación, sensibilidad a la luz o fotofobia, fatiga ocular y sensación de picazón. En algunos casos hay una baja de visión e, incluso, paradójicamente, un exceso de lagrimeo.

Para prevenir o minimizar los efectos, se recomienda el uso de soluciones lubricantes (colirios), mantener húmedo el aire (el aire acondicionado puede favorecer la sequedad) y purificado; calibrar las pantallas para disminuir la intensidad y usar filtros ópticos.

Como precisa Mehech, junto con un buen diagnóstico, es importante el apoyo psicológico en algunos pacientes, ya que, como es un malestar crónico, eso puede afectar el ánimo y la adherencia al tratamiento.
 

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